25 dic 2019

12 de la noche en La Habana

24 de Diciembre fun fun fun. Un argentino en Ecuador pregunta por el papá de Ismael Serrano. Para más inri se llama Martín, como toda Argentina. Hasta las mujeres se llaman Martín. Y se apellidan Martín también. Martín Martín.

En Cuenca quiere oírse esa historia tan bonita, la de la Sorbona, y las guerras de Bosnia y de Vietnam. Miradas que persiguen historias de revolución y progreso desde un hostal rastoperroflaútico en el sur del Ecuador.



Guitarras que aúnan y unen discursos, dando música a letras robadas que jamás debimos olvidar.  

En la noche de Nochebuena no hubo pavo ni puchero y se cenó vegetariano, la puta que me parió (con perdón). 

Eso sí, hubo tiempo en el almuerzo para un pollo ecuatoriano de extraperlo para que así España despidiera a Argentina rumbo a Guayaquil. Un clandestino abrazo para Martín, conocido como "Er Gramola", inolvidable Ismael Serrano como inolvidable Manu Chao. 11 de la noche en Managua, Nicaragua.

9 nov 2019

Dicotomía: Letras o Ciencias

Me encantan las dicotomías. Y la palabro en sí. Suena tan pedante, bella en sí, pretenciosa como la que más. Así como usar la palabra 'palabro' y tomarla en femenino. Como decir Cocacolo o el Fanta. Menudo gusto.

Con gusto la aritmética, cómo no ponerse cachondo.  Y con aritmética, matemáticas. Agradezco a Dani (el médico o mago, mejor 'y', copulativo, pero quería rizar el rizo con la dicotomía, o disyuntiva) que me picara el gusanillo de aprender a integrar en bachillerato: 'Cómo no vas a aprender integrales'. Asemejándolo a no probar el jamón o echar un polvo. Gula o lujuria. ¿Hay mejor dicotomía?

De la historia, la intrahistoria. La antropología. Nuestra razón de ser y existir. Nuestra cultura. Encontrar el porqué y comprendernos. Aprender de nuestros errores y empatizar. Sobre todo empatizar. Que traducido resulta en psicología  y sociología. Humanidad. Ruego me discupen, me perdí en el pasado en este párrafo olvidando toda dicotomía entre tanta inmersión.

Ahora recuerdo: dicotomía. Circulando en autobús. Ruedas que giran sobre ejes, propulsadas por un motor quemando gasoil, venciendo la resistencia que ofrece el asfalto en su flirteo con las ruedas atraídas por su gravedad. Cómo olvidar a Newton y su manzana. A su pesimismo, que lo convirtió en físico en lugar de filósofo. Como olvidarte a ti, Filosofía, razón de ser. Existencia, sentido: Progreso. A ti que te politizaron para crear ideologías. Empirismo o Racionalismo. Vitalismo. Carpe Diem y Tempus Fugit; aquí no hay dicotomía que valga.

Luego estás tú, con tus letras, juntadas para formar palabras, las que a su vez derivan en oraciones (como las integrales pueden derivar en derivadas, ¡derivación literaria!). Oraciones para párrafos, y párrafos para textos. Generados textos en un determinado contexto, apoyados en algún pretexto para desembocar en un sinsentido disyuntivo: Ciencias o Letras. Dicotomía copulativa.

8 nov 2019

Rafa León - Escuela de Vida

Tito, solamente pude cruzarme contigo una vez. Te conocí primeramente a través de tus dos amantes: tu poesía y tu prosa. Unificadas en tu discurso, magnificadas en tu compromiso.

No pude conocerte más de lo que tus letras me mostraron. Te admiraba desde la distancia, con ese anhelo de disfrutar del capricho de tomarnos un par de vinos (o aquarius) juntos que mi silencio cobarde no me dejó disfrutar. Maldito el tiempo que no da lugar a más encuentros platónicos. Maldita la vida, que en un suspiro nos corta el grifo para parar el tiempo.

Mi madre me envió un audio por Whatsapp. Me pidió que escribiera algo en tu memoria. Ipsofacto pensé que no funcionaría y que mis palabras caerían en saco roto, artista. Que quizás hoy no encontraría la inspiración, esa que llega cuando menos lo esperas (al menos a nosotros los mortales, lo tuyo es otra cosa). Me senté y junté unas cuantas letras mal puestas, con todo el cariño que encontré dentro de mí.

Mi padre aludió al tópico diciendo que se van los mejores, no falto de razón. Gente comprometida, con principios, con espíritu de lucha y sacrificio. Tu sátira mordaz y única. Tu ironía cargada de contenido, tu sarcasmo irreverente y canalla. Muy canalla. Toda esa grandeza a buen seguro lejos en tamaño de lo que representa tu persona. Maldigo nuevamente esos vinos que no nos tomamos.

Desde la distancia te admiro, tito. Ojalá hubiera encontrado momento y lugar para acudir a tu escuela de vida. Esa que jamás fundaste y que estoy seguro tanta gente seguimos. Un abrazo enorme, maestro.

Víctor León

3 nov 2019

La Gran Plasta

En el eterno devenir de la búsqueda de un perfect, el mal al acecho se salió con la suya. La siguiente historia le ocurrió a un amigo de un amigo, aunque la contaré en primera persona para imprimir una dosis de realismo que considero imprescindible.

Perdido en Panamá, en un pueblito de apenas 500 habitantes de nombre Santa Catalina, la luz se apagó. Un día rutinario más en esta pequeña aldea.

Observación prematura: mientras sea posible, instalen los depósitos de agua a una altura superior a las viviendas habitadas. Luego me comprenderán.

Primer día en la aldea, y a un servidor le gusta cagar a gusto, tampoco es mucho pedir. Un gusto, valga la redundancia, al que los Backpackers no siempre pueden optar. Caía la tarde, y la luz del baño no funcionaba. Sirviéndose de la linterna de su celular, el Backpacker de dispuso a cagar, en silencio, en la oscuridad, en calma, en un baño dispuesto en un dormitorio de 8 camas donde sólo 3 estaban ocupadas antes de esta cagada. La habitación se situaba en la segunda planta.

La plasta tuvo lugar. ¿Adivinan qué precisaba de electricidad para funcionar? Relean la 'observación prematura' de arriba. Sí, amigos, no era la cisterna, sino la bomba de agua que enviaba esta desde el depósito a la cisterna. Depósito de agua, primera planta, retrete y cisterna asociada, segunda planta. La ley de la gravedad no fue una invención sino un descubrimiento. Es decir, no fue una creación sino el resultado de una exploración. Parece que no para todos.

Tres días seguidos haciendo 'perfect' precedieron a la gran plasta. Y la puta cisterna sin funcionar en el día D a la hora H. Pudoroso, agitado, y sudando como resultado de la combinación de estrés y humedad, buscaba soluciones donde sólo había problemas. Tras veinte minutos, decidí salir al cuarto cerrando la puerta tras de mí.

Mencioné que éramos 3 de 8 en la habitación. Pues ya éramos 8. En puta media hora se había llenado. Mi cara de delito al descubierto ,ipsofacto, por tres alemanes aventureros recién llegados, dos chicos y una chica. Y la plasta en su sitio.

Me coloqué junto a la puerta del baño como vigilante durante media hora advirtiendo a todos los transeúntes de que no había luz, y por ende, agua. Vamos que había una gran plasta flotando.

Marcharon al pueblo y sólo quedamos la plasta y yo; yo y la plasta. Avergonzado, bajé la escalera para que activaran el generador de emergencia y que así la bomba volviera a funcionar. El generador, como digo, era de emergencia. Y las emergencias sólo existían para la planta baja. No devolvía electricidad al segundo piso. En otras palabras, el segundo piso estaba expuesto y en la mierda, nunca mejor dicho.

Desesperado y sin recursos, pedi un galón de agua con el que llenar la cisterna y así hacer desaparecer la gran plasta. Semejante cantidad de plasta no iba a desaparecer sin presentar batalla, y hasta tres garrafas hicieron falta para que se despidiera rumbo a los caños.

Agotado y aliviado, respiré por fin. Me dispuse a hacer deporte, ligero, con tres kilos menos a causa del estrés (y de la gran plasta), con el culo cagado y el orgullo por los suelos.

Todo esto para que al día siguiente volviese a hacer un perfect cuando la puta cisterna ya sí funcionaba. Se puede ser muy transgresor, pero la Ley de Murphy jamás debe ser desafiada.

Mensaje a toda pequeña aldea perdida de la mano de Dios: por favor, si sufren de cortes de luz continuos, coloquen sus depósitos de agua a la mayor altura posible, para que así la gravedad haga su trabajo haciendo llegar el agua allí donde se precise (así de paso prescindimos de una bomba, seamos capitalistas). Y que así la gran plasta no se salga con la suya. Amén.

29 oct 2019

The Backpacker

English version

A Backpackers' main aspiration is to become a traveller, not a tourist.

Backpackers float over the city, they don't walk. We get mixed within the idiosyncrasy and culture, and we have deep, profound chats about life with the locals. Time doesn't matter, it just passes us by. Backpackers can even stop time because we live life so slowly.

We eat off the menu of the day as we reject “A la Carte" - only tourists eat from that. Where possible, we buy typical local products from local stores which are about to go off ... to save a few pennies. 

Backpackers would practise meditation and most likely yoga. Backpackers are spiritual. Backpackers are adventurous. Tourists are not. 

No taxis are taken - Uber gets forgotten. Local buses are taken instead. If we don't know the local language, we use gestures and smiles to make ourselves understood. Travellers do not need to speak the same tongue in order to get laid.

We would never book an organised tour. Backpackers are free souls, and because of that, we can only afford a free walking tour where the tips would depend on the number of treats given to each walker. It won't be much, money is superfluous.

Backpackers even have to drink their own pee every now and then.

Backpackers can afford to say things like "Have a good holiday” to the tourists they come across. No phone numbers are exchanged though. Backpackers must never be confused with one of “Them”.  That is how Backpackers refer to tourists when talking among themselves: Those or The Others.

Backpackers immortalise landscapes with lasting snapshots. Selfies are merely taken by The Others. When pictures are taken of travellers they are never aware of the camera, we can just afford to smile, but never pose, always natural. 

We may even use clean socks from time to time but they will of course be Full of holes. We do love saving the pennies. 

Backpacking is a synonym of Serindipia and Wanderlust. The more these two words are used, the more chances your dick will fall off while travelling.

Gonorrhoea.

**Translation from Spanglish to proper English by Nicky Wright


Spanish version

La máxima del Backpacker es aspirar a ser viajero y no turista.

El Backpacker flota por la ciudad, no camina. Se mezcla con la idiosincrasia y cultura del lugar , y profundiza con los lugareños. El tiempo no importa, sólo se le abre la puerta para que pueda seguir pasando. El Backpacker puede llegar a detenerlo de vivir despacio.

Se alimenta de menús del día y rechaza el menú 'A la Carte'. Degusta cuando puede todos aquellos productos típicos de la zona cuando están a punto de caducar para ahorrarse unos pesitos.

Practicará la meditación y probablemente yoga. El Backpacker es espíritu. El Backpacker es aventura.

No coge taxi y siempre transporte público. Si no conoce el idioma local se valdrá de gestos y sonrisas, que para follar no hace falta hablar la misma lengua.

El Backpacker debe a veces beberse su propia orina para sobrevivir.

Jamás osaría reservar un tour organizado. El Backpacker es alma libre, y por ende sólo puede permitirse free tour donde la propina variará en función de la cantidad de caramelos que le regalen a la conclusión de este. No será generosa, el dinero es superfluo.

El Backpacker puede permitirse decir cosas del tipo 'Que tengáis buen turismo' a aquellos turistas con los que se cruce. Nada de intercambiar números, el Backpacker jamás debe ser confundido con uno de Esos. Así nos referimos a los turistas entre Backpackers: Esos o Los Otros.

El Backpacker inmortaliza el paisaje con instantáneas. Deja los selfies para el turista. Cuando desprevenido es captado en una fotografía, puede permitirse sonreír, pero jamás posar.

A veces incluso usa calcetines limpios. Con abujeros.

Backpacking es sinónimo de serendipia y wanderlust. A mayor uso de estas dos mágicas palabras en el día a dia, mayor la probabilidad de que se le caiga la polla a cachos durante su peregrinaje.

Gonorrea.

13 oct 2019

El Espíritu

Volaban las palabras. Con Colombio aprendí que sólo el instante es y es eterno. Sólo importan este espacio y este tiempo. El Aquí y el Ahora.

Comprendí el tiempo más allá de la linealidad que nos impuso el cristianismo con la Creación, Muerte y Resurrección. El tiempo comprendido de forma circular, donde cada segundo se repite en el anillo cósmico infinito del eterno retorno de lo idéntico. Creí entender a Nietzsche, por fin. Y sin estupefacientes de por medio.

Sentí que flotaba entre las partículas del aire. Sentí el aire.  Mi espíritu, como si mi cuerpo no le perteneciera. Me vislumbraba en tercera persona, como si la existencia de mi Yo no fuese real, como un sueño. Como si ese instante no existiera y a la vez fuese único y perpetuo. Sentí la Tierra dejar de girar sobre su girado eje, y la película de la vida en pausa en mi propio mundo onírico.

Me preguntaron si volvería a ver a Colombio. '¿Fisicamente?' - pregunté. 'Probablemente no. - concluí. ¿Acaso Colombio alguna vez existió, o acaso es ubicuo y eterno?  ¿Acaso importa?

Sólo existen el Aquí y el Ahora, el resto es todo Historia.

11 oct 2019

Colombio de Colombia: 'Me voy a la Patagonia'

Resulta inevitable hacer juego de palabras con tu nombre, pero qué chévere que te encontré en Colombia, Colombio.

Huyendo a la carrera de la lluvia y de la noche, bajando por sus empedregadas escaleras 'romperodillas' desde Barichara, me topé con un aldeita llamada Guane, provincia de Santander, que a mi llegada me recibió en silencio con turistas ausentes en temporada baja; dichoso un servidor de en exclusiva conocer en Colombia a Colombio.

No alcanzaba a encontrar la Patagonia en el centro norte de Colombia, Colombio, así que me presté a preguntar a los paisanos santanderinos -que no paisas de Medellín- que con gusto me indicaron por dónde seguir.

Encontré Chile en Colombia, Colombio, pero no llamé a su puerta (ver foto 1). Dije 'hello' como indicaba el cartel de bienvenida a tu morada. Pude decir hola, pero yo siempre he sido muy transgresor. Me recibiste esperándome, y no hay mejor modo de dar la bievenida a alguien.

Foto 1 - Hospedaje 'La Patagonia'

Y entre nuestra cháchara -y gran parte de mi extensa retahíla que sordo dejó a algún que otro paisa (ahora sí, de Medellín)- mencionaste de soslayo algo así de un viaje que realizaste desde Medellín a la Patagonia a pie. A pie desde Colombia, Colombio, a la Patagonia, Chile. Porque sí. Libertad y Felicidad. Las dos palabras sobre las que gira tu gran historia. Perdí la cuenta de cuantas veces las nombraste, bro. Déjame compartirla, he aquí mi pequeño homenaje.

Circunstancias de la vida te empujaron a dormir en la calle, sin un peso. Y a la primera noche de sueño sobre un banco en un parque, tu visión: 'Me voy a la Patagonia'. Un objetivo claro: 'Me voy a la Patagonia'. Caminante y no ciclista, te pusiste en camino por la Autopista Panamericana rumbo al sur del Sur desde Medellín. Sombrilla (por paraguas), zapatos robustos y curtidos hasta desembocar en agujeros te acompañaban en tu destino; nunca te gustó dar papaya. Día 1, y tu sino te cruzó con un indígena chamán que no solo bienaventuró tu viaje, sino que resucitó tus zapatos, pues zapatero era. Esto sólo podía pasar en Colombia, Colombio.

Zapatos nuevos y ya vuelas, aunque gozaras con tus pies en el suelo como buen caminante. No había nada que te frenara...¿Pero cómo  hijueputas ibas a cruzar 9000 Km? ¡Tú tenias afán por trabajar! Quizás buscando camioneros en postaderos que precisaran de buena charla y compañía. Además, tú sabías cómo romper el hielo: 'Me voy a la Patagonia'. No había camionero en Colombia, Colombio, que alcanzara comprender cómo ibas a conseguirlo. Y sin embargo todos ellos aportaron su gran granito de arena. Primera frontera traspasada: llegaste a Ecuador.

Un camionero hasta te entregó una virgencita tamaño bolsillo, con la cual conseguiste un pasaje hasta Cuzco desde Ecuador en buseta. Previamente el chófer te comentó que sin plata uno no podía montar en el autobus, lo cual comprendiste. Eso no te impidió hurgar en tus bolsillos hasta toparte con dicha virgencita, que bien te sirvió como tiquete hasta el Perú. Bien atrás quedó Colombia, Colombio.

Perú pasó rápido, no así su frontera con Chile. 'No tengo ni un peso' contestaste al agente de aduanas que cumplió con los dictados antiinmigratorios de sus superiores y no te permitió la entrada al país. Hasta que una familia chilena desde el fondo gritó que ibas con ellos; y tú sin dar crédito. 'Tenés que estar más vivo' te decían en el coche camino a su ciudad, cada vez más cerca del Sur. Pero tú sólo sabes seguir con tus preceptos, y mentir no va contigo. Te dejaron a dos horas de la frontera, a unos cuantos de miles de kilómetros de Colombia, Colombio.

Y en el Desierto de Atacama, Moisés. Que abrió las aguas por ti. Que te atravesó el desierto en su carro y te ayudó a conseguir visado para laborar gracias a su abogada novia. No sin antes trabajar como vendedor ambulante con Robinson, quién te salvó de las pulgas de la casa de acogida de indigentes. Robinson, quien no quiso comprender que tu intentabas ayudarle a que se alejara de las drogas y al que siempre le estarás agradecido, ahora desde Colombia, Colombio.

Y a Santiago marchaste para recoger tus papeles. Tenías visado, podías ir a la Patagonia para trabajar de mesero y así estar a la orden, en contacto con las personas. Intercambiando experiencias y poniendo en práctica aquello que siempre defendiste: 'Que lo importante es lo humano, y no la plata'. Saliste del bache aunque, ¿fue bache o una búsqueda de una experiencia vital? Te demoraste 40 días en alcanzar la Patagonia, 5 años viviendo allí, trabajando, hasta que te tocó regresar a Colombia, Colombio. Fin del visado.

Alquilando habitaciones en tu Airbnb, compartiste tu historia de fin de visado con una pareja belga a la que pediste que te trajeran una piedrecita de Torres del Paine, para así manteneros conectados (como ya pediste a otros tantos amigos turistas previamente). Ellos respondieron y regresaron con una con la forma de Suramérica (ver Foto 2). Y tú solo podías ver en ella bien resaltada a Colombia, Colombio.

Foto 2 - Piedra de Suramérica

Al día siguiente compraste boleto a Medellín. ¿Pero a dónde regresar a Colombia? Cinco bolas de papel dispuestas en círculo: Barichara, Medellín, Aldana, Neira y Otro! ..Y la piedra de Suramérica de Torres de Paine que giró como una güija... hasta Barichara. Y desde Barichara hasta conocernos en mi estancia en Colombia, Colombio.

Y en Colombia, Colombio, intercambiamos visiones sobre la vida, magia, canciones a capella de carnaval, y me regalaste la mejor historia jamás oída. Qué pena que te la robe, pero como aspirante a cuentacuentos, no puedo dejarla pasar por alto. Permíteme  hacer así honor a su memoria, quizás tenga yo que escribir la mía propia, desde Colombia hasta la Patagonia.

Foto 3 - 'Fantasía', regalo y creación de Colombio

12 sept 2019

Carta a Nostalgia


Querida Nostalgia:


Te escribo a mis 29, aprovechando que me han despojado de mi habitación de adolescente  y de sus recuerdos para convertirlo en una de visitas. En dicha transformación, cierta progenitora me sugirió (u obligó) que hiciese una limpia de mis bártulos, entre los que tuve la fortuna de encontrar una carta 'tuya'. Perdona de antemano que ponga al descubierto nuestra intimidad de 17 años atrás, pero no me ha quedado más remedio.  Soy dichoso por haber intercambiado cartas y postales a lo largo de mi vida, pero como esta... pocas. Paso a describirla, Nostalgia.

Empecemos por el principio y por su extensión y diseño. Un escrito de 5 páginas repitiendo asiduamente que soy muy guapo, que es lo que un servidor desea oír todo el tiempo, dicho sea de paso. En eso, la verdad, no he cambiado. Me gusta especialmente que lo pongas varias veces como adorno de la carta en sí, y con colores rotulados y fosforitos; me llena de alegría. Y lo de 'tío bueno' es ya mi perdición. He de decir por contra, que la parte en que incides y reincides en mi falta de músculos ya me hace menos gracia. Continuando con el tema de mi guapura con el que, la verdad, sí me siento cómodo, en el tercer folio me preguntas si me molesta que me llames guapo y tío bueno. No sé qué te respondería entonces, pero por si acaso fui muy torpe en su momento la respuesta es NO, NO en absoluto, por favor, deletréalo bien claro para que no me quepa duda.

Continuemos hablando de mi físico. Jamás me habian llamado enano con tanto estilo, al menos que yo recuerde. Que me buscara una novia de mi estatura, decías. Estaba y está jodida la cosa. He de compartir contigo que el resultado final no es que tuviera una adolescencia tardía físicamente hablando (la mental aún no la he superado), sino que nunca llegué a dar el estirón del todo. Sigo con las pastillitas de calcio y vitamina C, por si la moscas.

Cambiemos de tercio. O no. 'Tus ojos brillan como estrellas' , se leía en el párrafo tercero del cuarto folio. ¿Cómo no conmoverme? Fin de la cita.

Nostalgia, me comentas que te ENCANTAN los rubios de ojos azules pero que no me flipe, que no te gusto a pesar de ser GUAPÍSIMO. ¡Pero cómo no me iba a flipar, estaría en una puta nube como lo estoy ahora!

Pero bueno, Nostalgia, éramos adolescentes. Eso sí, sin WhatsApp, Instagram, Facebook ni Twitter, aunque líos amorosos siempre hubieron y habrán.  Y en aquella época, según me cuentas, había alguna pícara muchacha que me daba besos mientras dormía la siesta...en la mejilla,  que eso lo dejas muy claro. Ya te digo yo -que seguro que no te lo puse en mi carta de respuesta- que yo dormido, dormido, no estaba. Permíteme un vacile,  ya que insistes en que no te pusiste celosa cuando la tal Paula me dio ese beso. Y cuando lo leí en su momento seguramente me lo creyera, pero ya hoy, con algunas canas incipientes, 'hmmm'...no me lo creo.

Volviendo a los amores, intuyes en la página 3 que me gustaba Clara, la que fumaba, que era un año mayor que yo y que me gustaba por sus tetas o por su culo.  La verdad, seguramente por los dos. Continúo leyendo, y en el folio 4 ya sí que a-claras que Clara (¡aliteración al canto!) me gustaba por sus tetas Y culo (nexo copulativo), válgame Dios. Sin disyuntiva alguna. Por cierto, cambiando de tercio, no había caído hasta ahora en lo cachonda que es la gente de letras y la RAE; copulativo, ¿no había otro adjetivo para los nexos 'y', 'e' y 'ni'? ¿Copulativo?

Déjame hacer un inciso para destacar tus habilidades nostradamunianas, Nostalgia. A ver si es que Tú te aliaste con Destino por aquel entonces.  En el folio número 2,  me relatas las aventuras y desventuras de tu amiga Danae y acabas las susodichas diciéndome 'te estoy soltando un rollo que seguro no te interesa nada de nada'... un gran presagio de la historia de mi vida para con las mujeres. Pero de tripas corazón, que dos tetas...

Nostalgia, quién volviera atrás. Me conmueve leer que dijeras que te morirías de no volverme a ver.  Sin filtros ni miedos, todos esos que ponemos y desarrollamos a medida que crecemos. Como aprender a hacer el pino a los 30, qué acongoje. Recojo el guante, hermana, pues asi nos llamábamos. Un speciality coffee -perdona que me ponga snob-,  que invito yo, aunque el este peninsular me pille lejos. Y a tu propuesta de vivir como hermanos diría 'Sí, quiero' aunque fuese incesto.

Leo tus palabras y palpo tu cariño. Cariño es que me digas que me matarías si fumase. Jamás probé el tabaco, tu amenaza surtió efecto. Cariño es que me digas que dejarías a tu novio de yo decirte que no me gusta...Ya te adelanto que los hombres, mucho mucho, no me gustan, pero a ellos no tengo que aguantarles la retahíla, a colación de las tripas y las tetas.

Llega el final. Y el de tu escrito sugiere que te duele la mano de escribirme y que seguro que de vuelta, yo te escribo poco o nada. Si así fue, me disculpo 17 años más tarde. Era incluso aún más idiota que ahora, aunque cueste creerlo. Espero, Nostalgia, que sepas perdonarme, ya que me temo que me acompañarás cada vez más frecuentemente a lo largo de mis futuras primaveras. Pues los años pasan sin cesar, pero los reencuentros con nuestro pasado cada vez se dulcifican más para compensarlo.

Me despido, de tu mismo modo (aunque el cariño va implícito):

'Bueno, adios.'

23 may 2019

Oda y Pleitesía eterna al Poeta


'Sentimos la pérdida de alguien cuando su marcha aumenta nuestra soledad'. Creo que no había mejor manera de comenzar este texto que parafraseando esta cita de mi padre. Tú que admirabas tanto al tuyo, y al que rendías homenaje entre tantos versos en tus coplas. Disculpa que mi homenaje para ti llegue tarde, Juan Carlos. 

Nos dejas huérfanos, poeta. A mí y a la literatura, la filosofía, las letras, el 'Ange', la sorna, la poesía, la música y al arte en general. Tú, que elevaste la ironía a la enésima potencia, tú, padre inventor del sarcasmo de haber nacido cuando el lenguaje se creó. Nos dejas huérfanos, a admiradores y musas. Y sobre todo a tu familia y tus seres queridos, sobre todo a ellos.

Jamás tuve el placer de disfrutar de un cafelito contigo. Y tanta ilusión me hacía que hasta de buena gana habría pagado la cuenta. Todo con tal de aliviar este vacío que me dejas, todo con tal de enjuagar estas lágrimas derramadas en tu memoria. Hiciste historia, Capitán, y pasaste a ella demasiado pronto. Cuantos venideros años de poesía y denuncia social nos dejas sin disfrutar. Tantas hostias sin repartir, para extender el pensamiento crítico en nuestra aborregada sociedad. 

Yo no viví a Lennon ni a Camarón, pero me cuentan que el arte sufrió sus pérdidas demasiado pronto. Por desgracia, me temo que hemos de sentarte en la misma mesa (ya, ya sé que el italiano se te daba mejor que el inglés). En esa mesa etérea, presente en nuestros corazones de todos esos artistas y poetas que trascendieron y perecieron demasiado pronto. Allí te sentaras tú, que presumiendo de ateo te volviste eterno.

¿Que exagero, me dices? Quizás no sepa ser imparcial contigo. Sólo sé que todo Cádiz fue a llorarte al Falla en tu despedida. Huelva y Sevilla no fueron ni serán menos. Se escuchan 'Los Condenaos' a todo trapo por la Alameda de Hércules y la Avenida de Andalucía. E incluso por Londres algún que otro humilde aprendiz de coplero toma su guitarra con tu repertorio sonando en estéreo sin detenerse, en honor al poeta.

Bohemio apátrida, tú me convertiste en chovinista. Chovinista de El Carnaval, de Cádiz, de Andalucía, de nuestra Cultura. De esa cultura de denuncia, de justicia social: La Voz del Pueblo. Del Golfo arte canalla irreverente, tu arte, Cabesa, tu arte. 

Poeta, yo creía que era carnavalero. Pero tú y yo sabemos que yo siempre fui juancarlista. Yo también presumía de ateo, amigo. Pero hoy muero por tu credo, y me uno a tus Peregrinos.



Algunas agrupaciones y mensajes de Juan Carlos Aragón Becerra:

16 may 2019

De Guapura se trata

Me acaban de regalar un café, por guapo. Me encanta ser guapo.

Entré en la 
cafetería junto con otro chico, también muy guapo y atractivo, he de decir. Me encanta ser guapo.

La 
barista, una chica de menos de 18 casi con toda seguridad, pelo rizado y pecosa. La verdad, no muy agraciada, en definitiva, poca cosa. Todo lo contrario que yo. Me encanta ser guapo.

La chica me pregunta -¿Un cortado? - Yo, muy propio, asiento con la cabeza. Acto seguido vuelve a inquirir -¿Para llevar o para tomar aquí - Nuevamente, respondo - Para llevar. - Me encanta ser guapo.


La 
barista ataca de nuevo, y responde -"It' s not all about you".- Que traducido resulta en términos corteses "Disculpe caballero, pero esa pregunta iba dirigida al muchachito a su izquierda, aunque parezca mentira". En términos un tanto mas rudos sería algo así como "Deje usted de mirarse el ombligo, que el mundo es muy grande tronco, y le hablaba a tu colega, tronco". El "tronco" lo he incluido para incluir un toque de jerga adolescente. De igual modo, me encanta ser guapo.

Tras esta sobrada, la chica reculó. Y en consecuencia decidió obrar caritativamente para con mi herida y ofrecerme ese cortado gratis. GRATIS. 
Me encanta ser guapo.

Muchos creerán que fue su modo de rectificar ante su torpeza en un país no muy dado a hablar tan directamente (
Albión). Yo creeré que me dio el café gratis por ser guapo. Otros verán algo de las dos anteriores, pero pocos. Me encanta ser guapo.

Yo sin embargo me voy sorbiendo ruidosamente mi 
café GRATIS por la calle pensando que a la gente guapa solo le pasan cosas buenas. Y es que me encanta ser guapo.

12 mar 2019

Disculpa que no te escribiera

Disculpa que no te escribiera. No me dio lugar a encontrar el tiempo. No me dio tiempo a encontrar el lugar.

Sé que no es excusa, pero tú bien me conoces. Tan sólo soy otro de esos ociosos millenials en busca permanente de estímulo. Ni siquiera me acordé de ti con motivo del 8M, y qué mejor excusa tenía que tomarte a ti como musa.

Quizás no me creas, pero te he tenido presente continuamente en mis adentros. Sólo que yo no era consciente, porque desconocía y aún desconozco esa parte de mí que otros conocen y que yo mismo ignoro. Aunque la seguiré buscando, y con ella a ti.

También he añorado tu aroma, y el sonido de nuestras partes al juntarse. Tu continente para mi contenido, ese mismo que adormecido sólo tú despiertas.Tú que borras en tus letras mi pragmatismo. Tú que aprecias el romanticismo en mis erratas.

Y quizás adrede recordarte sea el único modo de encontrarme. Pues si no hago acto, ¿cómo obtener certeza para así no añorar el olor de tu tinta o el sonido del chasquido de tu lapiz al romper en borrador?

Disculpa que no te escribiera, Escritura. Andaba perdido buscando aquello que desconozco.