16 jun 2015

Pido Perdón

Pido Perdón

He encontrado algunos agujeros en mi maquiavélico plan de conquistar el mundo. Creí que tenía un currículo apto para tal propósito, pero he errado. Soy un amante emperdernido de la ironía, la sátira y el humor negro. Y a veces hago chistes de negros, ocurrentes como este mismo; así me las gasto en mi propio festival del humor, en el que uso recursos varios como la aliteración. Con rima asonante.


Tengo Twitter porque me mola eso de ser trending topic. Es cierto que llevo casi 3 años sin usarlo. Pero poco importa. Me avergüenzo de algunas de las burradas que he retuiteado y que dicen muy poco de mi persona. Esto no ayuda a esconder al hijo de puta que llevo dentro, con perdón de mi madre, que es una santa.

A lo largo de mi vida he reído chistes machistas, racistas, xenófobos y de todo tipo de mal gusto. Una mente retorcida con facilidad para reír por cualquier cosa. Tengo amigos como testigos que han visto salir de mi boca palabras que no debieron jamás haber salido la luz. Amigos que podrían traicionarme llegado el día del juicio final, una vez me hiciera con el poder.

No soy machista, ni racista ni xenófobo, o al menos intento disimularlo. Quizás sólo tenga un gusto por el mal gusto de lo más inapropiado, valga la redundancia. O quizás mi egolatría vaya tan lejos, que me creo con el derecho a soltar improperios de cualquier tipo asumiendo que mi conciencia por una sociedad igualitaria no tiene resquicio mínimo de duda alguno.

Supongo que esto debe de estar relacionado con lo de ser andaluz y creer que siempre hay un foco apuntándome a la cara, a la espera del siguiente gran chiste. A ver si os hace gracia éste:

"España es una gran nación, y los españoles son muy españoles, y muchos españoles"

De no hacérosla, pido perdón, de corazón.

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1 jun 2015

Solsticio de Verano y La Crisis de los 25

Un buen amigo me dijo hace no mucho, coincidiendo con mis 25 primaveras, que estábamos llegando a nuestra cima - él es de mi quinta´- y que a partir de ahora nos encaminábamos hacia un profundo y continuo deterioro. Yo le di la razón a regañadientes, como buen Tauro, pues no olvidemos que los optimistas creen que lo mejor siempre está por llegar.

Bien es cierto que el descenso es paulatino, y que el pico de la montaña se encuentra nevado durante varias decenas de metros, previo camino a su ladera, para el posterior descenso al valle, y de los caídos. Recordando este peregrinaje al que ocurre anualmente con el solsticio de verano, coincidiendo con el día de mayor luz del año. Día a partir del cual comienza el verano, que siempre brilla intenso, pero apagándose, poco a poco. 


El cuarto de siglo supone el culmen de la agilidad y la forma física, de la belleza, del aprendizaje veloz y de la sexualidad. A partir de entonces, se precisa de un calentamiento previo a los partidos para evitar cualquier pinchazo, cremas antiarrugas, técnicas de memorización y quizás hasta sustituir el bromuro por la viagra, para  así aguantar los asaltos en que con anterioridad el miembro viril conseguía hacer sonar la campana.

Y puedo aceptar todo esto, pero lo que realmente me entristece pensar es, que con unos años más, esta cinturita de  avispa no pueda quebrar caderas a su paso con un balón en los pies. Al menos no con tanta rapidez y efectividad. Supongo que nos consolaremos al pensar que siempre nos quedará la mente (y París), que podrá seguir absorbiendo nuevos conceptos, aunque a menor ritmo sin más remedio.

Así que llegados a este momento de esplendor, donde el mundo se nos presenta a nuestros pies, dispuesto a que lo hagamos seguir rotando me pregunto:

¿Y si es éste 21 de junio, el momento de congelar las manecillas del reloj?