23 may 2019

Oda y Pleitesía eterna al Poeta


'Sentimos la pérdida de alguien cuando su marcha aumenta nuestra soledad'. Creo que no había mejor manera de comenzar este texto que parafraseando esta cita de mi padre. Tú que admirabas tanto al tuyo, y al que rendías homenaje entre tantos versos en tus coplas. Disculpa que mi homenaje para ti llegue tarde, Juan Carlos. 

Nos dejas huérfanos, poeta. A mí y a la literatura, la filosofía, las letras, el 'Ange', la sorna, la poesía, la música y al arte en general. Tú, que elevaste la ironía a la enésima potencia, tú, padre inventor del sarcasmo de haber nacido cuando el lenguaje se creó. Nos dejas huérfanos, a admiradores y musas. Y sobre todo a tu familia y tus seres queridos, sobre todo a ellos.

Jamás tuve el placer de disfrutar de un cafelito contigo. Y tanta ilusión me hacía que hasta de buena gana habría pagado la cuenta. Todo con tal de aliviar este vacío que me dejas, todo con tal de enjuagar estas lágrimas derramadas en tu memoria. Hiciste historia, Capitán, y pasaste a ella demasiado pronto. Cuantos venideros años de poesía y denuncia social nos dejas sin disfrutar. Tantas hostias sin repartir, para extender el pensamiento crítico en nuestra aborregada sociedad. 

Yo no viví a Lennon ni a Camarón, pero me cuentan que el arte sufrió sus pérdidas demasiado pronto. Por desgracia, me temo que hemos de sentarte en la misma mesa (ya, ya sé que el italiano se te daba mejor que el inglés). En esa mesa etérea, presente en nuestros corazones de todos esos artistas y poetas que trascendieron y perecieron demasiado pronto. Allí te sentaras tú, que presumiendo de ateo te volviste eterno.

¿Que exagero, me dices? Quizás no sepa ser imparcial contigo. Sólo sé que todo Cádiz fue a llorarte al Falla en tu despedida. Huelva y Sevilla no fueron ni serán menos. Se escuchan 'Los Condenaos' a todo trapo por la Alameda de Hércules y la Avenida de Andalucía. E incluso por Londres algún que otro humilde aprendiz de coplero toma su guitarra con tu repertorio sonando en estéreo sin detenerse, en honor al poeta.

Bohemio apátrida, tú me convertiste en chovinista. Chovinista de El Carnaval, de Cádiz, de Andalucía, de nuestra Cultura. De esa cultura de denuncia, de justicia social: La Voz del Pueblo. Del Golfo arte canalla irreverente, tu arte, Cabesa, tu arte. 

Poeta, yo creía que era carnavalero. Pero tú y yo sabemos que yo siempre fui juancarlista. Yo también presumía de ateo, amigo. Pero hoy muero por tu credo, y me uno a tus Peregrinos.



Algunas agrupaciones y mensajes de Juan Carlos Aragón Becerra:

16 may 2019

De Guapura se trata

Me acaban de regalar un café, por guapo. Me encanta ser guapo.

Entré en la 
cafetería junto con otro chico, también muy guapo y atractivo, he de decir. Me encanta ser guapo.

La 
barista, una chica de menos de 18 casi con toda seguridad, pelo rizado y pecosa. La verdad, no muy agraciada, en definitiva, poca cosa. Todo lo contrario que yo. Me encanta ser guapo.

La chica me pregunta -¿Un cortado? - Yo, muy propio, asiento con la cabeza. Acto seguido vuelve a inquirir -¿Para llevar o para tomar aquí - Nuevamente, respondo - Para llevar. - Me encanta ser guapo.


La 
barista ataca de nuevo, y responde -"It' s not all about you".- Que traducido resulta en términos corteses "Disculpe caballero, pero esa pregunta iba dirigida al muchachito a su izquierda, aunque parezca mentira". En términos un tanto mas rudos sería algo así como "Deje usted de mirarse el ombligo, que el mundo es muy grande tronco, y le hablaba a tu colega, tronco". El "tronco" lo he incluido para incluir un toque de jerga adolescente. De igual modo, me encanta ser guapo.

Tras esta sobrada, la chica reculó. Y en consecuencia decidió obrar caritativamente para con mi herida y ofrecerme ese cortado gratis. GRATIS. 
Me encanta ser guapo.

Muchos creerán que fue su modo de rectificar ante su torpeza en un país no muy dado a hablar tan directamente (
Albión). Yo creeré que me dio el café gratis por ser guapo. Otros verán algo de las dos anteriores, pero pocos. Me encanta ser guapo.

Yo sin embargo me voy sorbiendo ruidosamente mi 
café GRATIS por la calle pensando que a la gente guapa solo le pasan cosas buenas. Y es que me encanta ser guapo.