30 may 2011

"La rebelión de las masas" por Víctor y León

Obsérvenme les diría si me tuviesen frente a ustedes. En primera instancia nadie se atrevería a clasificarme como el clásico “perroflauta”. No llevo rastas, tampoco prendas sueltas ni tengo especial predilección por la figura de Bob Marley.

“Perroflauta” es el término despectivo más utilizado para referirse a un hippie. Vocablo en principio fomentado al uso por los medios más inflexibles y continuado por la masa media.
Si el palabro “perroflauta” engloba el desencanto con el sistema político-financiero-social establecido, el liderazgo de la rebelión de las masas contra las injusticias sociales y por último, una inmensa conciencia social, les ruego me confundan con uno de ellos.

Esta revuelta social, comenzada en España, es rechazada por algunos por la acudida en masa de los “perroflautas” al movimiento. Abramos bien los ojos, observemos, juzguemos, no prejuzguemos. No todo el monte es orégano, y ojalá que a veces lo fuera.

Éste es un mensaje para los creyentes revolucionarios más pesimistas, “perroflautas” o no. Tal vez no se consigan los objetivos más inmediatos de esta revolución en lo que atañe al sistema financiero y político. Pero sin duda ha merecido la pena. Les explico el porqué.
Sólo con conseguir que una persona de nuestro entorno comience a ser crítico con la información que lee, ve o escucha, ya habremos vencido. Sólo con que un ser humano gane en conciencia social y sea más consecuente con su forma de pensar, ya habremos vencido. Sólo con levantarnos y soñar, que un mundo mejor es posible, adivínenlo, ya habremos vencido.

Somos muchos y no estamos solos, multipliquémonos.
Que los menos jóvenes, curtidos en las duras batallas que presenta la vida, lideren a los más jóvenes, inexpertos, pero con la energía suficiente para hacer posible esta revolución, para conseguir el tan ansiado cambio.

Me apoyo para incentivaros en el título del último escrito de Stéphane Hessel, quizás, por qué no, el padre filosófico de este movimiento: INDIGNAOS.