A la revolución... con organización.

Sevilla. 24 de mayo de 2012. Suenan tambores de guerra, se respira esperanza.

Comienza el parón educativo en las dos universidades públicas de la capital hispalense. Quizás, por qué no, la cuna de un movimiento estudiantil en pro de un mundo más equilibrado y justo. Y que se extienda. Los estudiantes luchamos por una educación pública, de calidad y universal. El objetivo es claro: abolir el Real Decreto Ley 14/2012 en Educación propuesto por el ministro de Educación José Ignacio Wert.


Toda revolución debe hacerse de manera organizada. Reunir el máximo de fuerzas y asestar los golpes al unísono, no en desbandada.  En estas dos semanas de paro universitario en la capital andaluza se proponen algún tipo de movimientos que, desde mi humilde punto de vista, no serán sonados. Realizo una crítica constructiva desde dentro, para mejorar como grupo.
Conciertos, encierros nocturnos, talleres de arte...son propuestas válidas pero poco pragmáticas según creo. En lugar de proponer eventos para todos y cada uno de los días de parón,  propongo que no sean tantos, pocos sí, pero multitudinarios. Para así no desgastar (ni desgastarnos).


Propuesta para ir al Parlamento de la Junta de Andalucía, allá que vamos. Pero no vamos 1000. Vamos 20000. Para que así los medios de comunicación difundan el evento como masivo, así  la adhesión será posible. Pero si se propone un encierro nocturno la noche antes de la visita matutina al Parlamento difícil será reunir tantas personas. El objetivo es hacernos sonar y que el eco traspase las fronteras de la ciudad.

Manifestaciones de 70000 personas como la del pasado 22 de mayo en la que una ciudad como Sevilla se vuelca de tal manera son las que pueden conseguir el tan ansiado objetivo. Son las que nos dan Licencia para Soñar.
En resumidas cuentas, mi opinión es clara: La unión hace la fuerza. Y para conseguir esa fuerza los eventos tienen que tener un margen temporal razonable entre sí, para que corra la voz y podamos cantar todos a una. Y para correr la voz qué mejor que las redes sociales. Son nuestro terreno de juego, se ruega máxima difusión.

Ésta es una opinión de un estudiante más que lucha por un bien común. Corran la voz, necesitamos al pueblo.
No nos mires, únete.