He encontrado algunos agujeros en mi maquiavélico plan de conquistar el mundo. Creí que tenía un currículo apto para tal propósito, pero he errado. Soy un amante emperdernido de la ironía, la sátira y el humor negro. Y a veces hago chistes de negros, ocurrentes como este mismo; así me las gasto en mi propio festival del humor, en el que uso recursos varios como la aliteración. Con rima asonante.
Tengo Twitter porque me mola eso de ser trending topic. Es cierto que llevo casi 3 años sin usarlo. Pero poco importa. Me avergüenzo de algunas de las burradas que he retuiteado y que dicen muy poco de mi persona. Esto no ayuda a esconder al hijo de puta que llevo dentro, con perdón de mi madre, que es una santa.
A lo largo de mi vida he reído chistes machistas, racistas, xenófobos y de todo tipo de mal gusto. Una mente retorcida con facilidad para reír por cualquier cosa. Tengo amigos como testigos que han visto salir de mi boca palabras que no debieron jamás haber salido la luz. Amigos que podrían traicionarme llegado el día del juicio final, una vez me hiciera con el poder.
No soy machista, ni racista ni xenófobo, o al menos intento disimularlo. Quizás sólo tenga un gusto por el mal gusto de lo más inapropiado, valga la redundancia. O quizás mi egolatría vaya tan lejos, que me creo con el derecho a soltar improperios de cualquier tipo asumiendo que mi conciencia por una sociedad igualitaria no tiene resquicio mínimo de duda alguno.
Supongo que esto debe de estar relacionado con lo de ser andaluz y creer que siempre hay un foco apuntándome a la cara, a la espera del siguiente gran chiste. A ver si os hace gracia éste:
"España es una gran nación, y los españoles son muy españoles, y muchos españoles"
De no hacérosla, pido perdón, de corazón.
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