Aquel famoso debate a 4, pordiciembre de 2015, sin la presencia del Presidente del Gobierno...
Sánchez apelaba a la paridad, a la igualdad entre hombres y mujeres sin importar dónde. Enojado, se quejaba de que el debate de aquella noche lo conformaran tres hombres y sólo una mujer, para colmo aspirante a vicepresidenta. Mientras en su partido hay 26 hombres y 26 mujeres para 52 circunscripciones.
Sorayita se decidió por el tacón, pese a las dos horas y media de debate. Ahí demostró que le sobra carácter y garra para defender a un -esperemos sólo actual- Presidente de Gobierno que se escondía entre linces y dunas en Doñana. Saco tanto carácter que se atrevió con todo, incluso afirmando que la posible caída del Chavismo en Venezuela es obra del Partido Popular. A Huevos no le ganó ni uno de los contendientes.
El minuto de oro del Señor Rivera fue extraordinario. No se qué producto vendía, pero habría comprado acciones de su dentrífico, de su traje de chaqueta -un tanto ajustado, he de decir- o de su aseguradora sin haberlo dudado. Apeló a la unidad, eso nos lo dejó claro. Eso y que es muy catalán , español y europeo. Rajoy pidió el comodín de la llamada y contacto al señor Alsina para confirmar si se podía ser tantas cosas a la vez.
El Mesías , al que algunos mal apodan Pablo Iglesias, llamó a la calma en varias ocasiones ante el nerviosismo de sus contrincantes. Digamos que la humildad no le caracteriza, pero a los Seres Superiores se les perdona lo que haga falta, si no que pregunten a Butragueño. Su minuto final y fin de debate me hizo sonreír. ¡Qué labia tienes truhán!