1. Filosofía y Letras 25/05/2013
Primero
intentaron matar las lenguas eternas, de las que muchos no pudimos
disfrutar en nuestra educación básica, por desgracia. Y ahora intentarán
aniquilar la filosofía, la historia del pensamiento a lo largo de tantas
civilizaciones y épocas, la que nos identifica y nos hacer ser quienes
somos, la que nos impulsa a actuar como actuamos. Para así expresarnos de peor modo y
pensar un poco menos.
2. El interminable castellano 09/06/2013
Sin duda, lo que más me gusta del castellano en comparación con el idioma que se escucha y lee por la pérfida Albión, es el hecho de poder utilizar oraciones compuestas en la misma frase, sin importar cuantas comas disponga por el camino, sin importar si las coloco en el lugar correcto o no, porque a veces es maravilloso poder hablar sin decir nada, volcar en una sola línea un sinfín de chorradas que no llegan a ningún lado, y que por supuesto podrían alargarse infinitamente, pues de eso se trata; pero que al mismo tiempo demuestra inexorablemente que el castellano es una lengua con recursos y maravillosa.
3.Asumir x Suponer 15/12-/013
Queridos hispanoparlantes y eternos "chapurreadores" del inglés; "fucking Spaniards" entre los que me incluyo:
Asumir no es suponer, cojones. En inglés assume significa suponer, correcto. Pero utilizar en nuestra lengua patria el verbo asumir con el significado de suponer es erróneo (
http://fluidos.eia.edu.co/lecturas/esquina/16_Asumir.pdf).
Empezamos así y acabamos utilizando el infinitivo como imperativo. Bueno, eso es algo que ya está totalmente extendido y aceptado gracias a la RAE. La RAE, ese organismo que se encarga de establecer unas reglas idiomáticas nadie sigue y que luego modifica por el mal uso de las mismas por sus usuarios. Usurpadores de sueños que no admiten la acepción andaluza para "Canijo" (delgado, que no pequeño).
¡¿Cómo va a ser lo mismo "Idos al infierno, hijos de Lucifer" que "Iros al infierno, hijos de Lucifer"?!. El primero es mucho más señorial y noble, y además te traslada inexorablemente a otros siglos y épocas; luchando codo con codo con Sr. William Wallace gritando Libertad con su puño izquierdo, cerrado y en alto (lo de izquierdo es una sutileza), y con la madre que lo parió.
Vamos a hablar con propiedad imperfectos seres finitos. ¿Cómo vais a alcanzar la eterna gloria sin cuidar las letras, que junto con el arte son los únicos capaces de transformarnos en seres perpetuos? William Shakespeare aún vive en nuestras palabras y frases hechas. Expresiones como "El mundo es un escenario, y todos los hombres y mujeres son meros actores " o "No es oro todo lo que reluce" le pertenecen. Esto no viene mucho al caso, pero simplemente lo incluyo para dármelas de culto y leído; cuando realmente es algo que descubrí la semana pasada cuando mi padre lo compartió conmigo (generación pre-LOGSE).
Análogamente, un choquero y andaluz, y su tan famoso burro-corcel también viven en nosotros . Probablemente a él también le dirían de vez en cuando que aprendiese a hablar castellano debidamente y deGara de destrozarlo con su imperfecto andaluz. Hoy yo te vengo amiJo Juanra, de todos aquellos bastardos de la capital y sus alrededores, ciegos y herederos del centralismo, que dominando el inJlés a las mil maravillas erran al utilizar el verbo
asumir x suponer.
Disculpen mi pedantería, me ha servido como divertimento durante un par de horas. Eso sí, ya pueden devolverme la corona que me corresponde. Mientras tanto, trataré de seguir haciendo que el mundo Jire sobre su propio eGe, un poco inclinado, como de costumbre.
4. España y nuestras náuseas 23/12/2013
Huelva, a 23 de diciembre de 2013.
Me levanto descansado, desvelado por unos tímidos rayos de sol que
entran por la ventana debido a una persiana (bendita persiana para los
desterrados) no bien bajada del todo. Termino de subirla y abro la
ventana para eliminar el olor a león - que no de tigre- existente en la
habitación. Un cielo demasiado azul me da los buenos días;
mis ojos tardan un poco en acostumbrarse a él, habituados a un tono más grisáceo del mismo.
Pese a lo exultante de estar en casa y de reencontrarme con familia y
amigos, no puedo evitar sentir retortijones y unas tremendas ganas de
vomitar al leer la prensa española un día más; pero esta vez desde mi
hogar, donde la distancia no puede salvar mis enormes ganas de devolver.
Vomitiva. Una palabra un tanto desagradable a la par que gráfica, que
explica perfectamente mis sensaciones al leer la nueva ley del aborto.
Es curioso que Rouco y sus hermanos nuevamente vuelvan a tener tanta
influencia en las decisiones políticas que se toman en nuestro país. Por
cierto, ninguno de ellos es padre, aunque algunos los llamen así. No
contentos con admitir la religión católica como asignatura evaluable
-jódanse todos islamistas, budistas, musulmanes, ateos, agnósticos,
etc.-, ahora también se atreven a pensar y decidir por las mujeres,
acontecimiento en línea con el archiconocido "Cásate y sé sumisa". Esto
es machismo, sus señorías.
Caminando hacia atrás como los
cangrejos (aunque realmente anden de lado), colocándonos a la cola de
Europa en cuestión de derechos sociales, emergiendo como país retrógrado
con una política inspiradora para los partidos de ultraderecha de toda
Europa. Acostumbro a hablar más de ideologías que de partidos, pues de
este modo creo robamos parte del poder que tienen nuestros partidos
políticos en España. Siempre intento evitar ser partidista, pero las
náuseas que siento en este momento me empujan a ser antipartidista. Y
las políticas del Partido Popular me parecen vomitivas.
La derecha
más radical y conservadora de nuestro país se encuentra oculta en la
ideología del Partido Popular, que sabiamente se ha mantenido escondida
para no alarmar a los neutros indecisos. Pero han emergido desde sus
adentros, y ahora sacan pecho, orgullosos de su victoria. Ojito, que
éstos que prohíben y prohíben son los "liberales".
No sé cuál
es la alternativa a tomar en España, donde hasta los sindicatos quedan
salpicados por los escándalos de corrupción. Sólo tengo por seguro que
el camino a seguir no es el trazado por los fanáticos de Le Pen, que
ahora mandan en nuestro gobierno.
Cruzo los dedos para que el torpe
atrevimiento de nuestros gobernantes actuales sea castigado, y para que
nuestra nauseabunda bilis los recubra haciéndoles partícipes de
nuestras miserias e impotencias.
Porque podían tachar a España
de país corrupto sin que pudiera oponerme a ello. Pero aún podía al
menos presumir de sistema sanitario, o de parte de nuestra política en
materia de derechos sociales. Sin embargo, comienzo a quedarme sin
argumentos; aunque eso sí, siempre podré presumir de nuestro "solecito".
Y no sé si nos lo hemos ganado. Lo que si sé es que tengo náuseas, pero
estaré tranquilo mientras se siga cumpliendo el refrán:
"Cada uno en su casa, y Dios en la de todos."